El terremoto y aluvión del
departamento de Ancash del 31 de mayo de 1970, conocido popularmente como el
terremoto del 70, fue sismo de magnitud 7.8, en la Escala de Richter, que afectó principalmente a toda la zona Costa y Sierra del departamento de Ancash.
En el caserío de
Quercos, siendo las 15:23 horas, una tarde soleado, cuando jugábamos “bolitas”
con mis hermanos en el pequeño patio de tierra de nuestro humilde hogar; circunstancias
en que la tierra comenzó a moverse lentamente y pasados cinco segundos el
movimiento sísmico fue intenso, momentos que nos llevaba de un lado a otro,
nosotros aun niños nos reíamos a carcajadas sin medir las consecuencias, el
inmueble con paredes de “tapial” sobre la base de cimiento de piedra y con
techo de teja se movía soportando el gran movimiento telúrico, en esos momentos
con mucha fuerza algunas tejas y piedras se desprendieron desde las partes
altas y rodaron por el patio. Luego, con mis hermanos Augusto, Juan y mi
hermana Lupe, salimos a la polvorienta calle, donde encontramos un cuadro muy
triste, las mujeres lloraban y todo se convirtió en un griterío y llanto por
todo lado, unos decían “ushakakishi chamusgha, ganyankunashi Wagak y Pogog
Jirkakuna gayanakunak” ( ha llegado el fin del mundo, en días anteriores dicen
que los cerros Wagak y Pogog se comunicaron anunciando esta desgracia), otros
decían “wareshi ushakashun llapanshik, hatún jircakunashi juntakar
pamparamashun” (dicen que mañana cuando se junten estos dos inmensos cerros
todos terminaremos sepultados en las profundidades); escuchando todas las
habladurías, sobre todo de las mujeres, relacionado al Juicio Final,
contagiados por los llantos de muchas personas de todas las edades;
arrinconados en la vereda, junto con mis hermanos nos pusimos a llorar,
mientras aún se observaba la polvareda que se levantaba en las partes altas de
Anwua esquina, sobre la iglesia ubicado en Jana Barriu y también se veía
polvareda sobre el puente del caserío de Chullus por desprendimiento de piedras
y gran cantidad de tierra.
Había transcurrido 45 minutos, en esas
circunstancias de mucho dolor apareció mi abuela de parte de madre doña
Donatilda Gaytan Medalla, ella muy preocupada por nosotros al vernos en las
inmediaciones de la puerta principal de la casa de mis padres, nos dijo lo
siguiente: ¿“wamracuna imallagha pasayashorgekiku, kegha Diosninsigpak
castigunchi, kegha Diosninsigpak castigunchi? ” ¿(niños algo les ha sucedido,
este este es el castigo de Dios, este este es el castigo de Dios)?, y cuando se
presentaba las réplicas telúricas con intervalos de tiempo a cada 10 a 15
minutos, mi pobre abuelita siempre decía, “sha, sha, sha, sha, sha, sha,
yapekamunnami, yapekamunnami, yapekamunnami” (ya se repite otra vez, ya se
repite otra vez), luego mi abuelita regreso a casa, pero antes nos dijo: “wanrakuna tardinami kutimushak mikunekuna apamurk" ( niños más tarde
regresaré, les traeré comida). Aproximadamente las 18:00 horas, mi abuela
apareció con un poco de comida en dos ollitas hecho de barro, conocido como
“allpamanca” (olla hecho de tierra) y nos sirvió sopa de trigo molido (lahua) y
un poco de mote de maíz, quien antes de retornar a su casa nos dijo: “wamrakuna,
ama wayirurinchogha punuyeshu, ura corralcho jatun jergahuan tolduta ruraye”
(niños no duerman dentro de la casa, abajo en el corral con la frazada grande
levanten un toldo), así cumpliendo las recomendaciones de mi abuela levantamos
un toldo en el corral y ahí dormimos soportando muchas replicas durante la
noche.
En el Jana Barriu, había un
niño de cuello y rostro enrojecido por el frió y sus pómulos estaban
encarnecido de color de rocoto rojo, quien además siempre utilizaba una
chompita de color rojo que, hacia un perfecto juego con su enrojecida piel, él
se encontraba en la escuela primaria en la sección de transición “A” cuyo apodo
fue “puca rughutu” traducido en español (rocoto rojo), hijo de don Julio Bañes.
“puca rughutu” fue el único muerto en Quercos, distrito de Chavín de Huántar,
quien durante la hecatombe se encontraba escapando dentro de las chacras de
maíz en la parte baja de la plaza de armas, según testigos, las ondas de una de las inmensas piedras de
varias toneladas que rodó desde las partes altas del cerro le había sacado a cabeza, estos bloques de piedra rodó desde la esquina de Anwa Esquina, esquina para doblar al caserío de Cachir.
Desde el cerro Anwa Esquina se desprendieron toneladas
de piedra y pasaron por encima de la iglesia, saltado aproximadamente 300
metros de distancia para aterrizar en la pampa, que ocupa la escuela primaria actual
construido durante el gobierno del Ingeniero Alberto Kenya Fujimori Fujimori,
aquellos que vieron la tragedia comentaban diciendo que solamente las ondas de una
de las inmensas rocas le había sacado la cabeza del niño “puca roghuto”, luego estas
piedras pasaron hasta las profundidades del río Mosna; después del terremoto, las primeras semanas del mes de junio fue muy triste para todos los pobladores de esta zona, no ingresaban vehículos de ningún tipo con destino a la provincia de Huari y otras zonas del Callejón de Conchucos, la carretera entre el paraje de Tambillos hasta el caserío de Machac se encontraba complemente destruido; para habilitar el pase, durante 12 días, día y noche trabajaron dos tractores del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
El día 1 de junio, siendo las 08:00
horas, don Eleazar Gamarra, salió a la calle portando en sus manos un radio
receptor muy antiguo y le decía a la gente, que mediante las noticias emitidos
desde Lima, se había enterado que el epicentro había sido en Chimbote y que había
desaparecido este puerto, después también escuchamos decir que la ciudad de Huaraz
capital del departamento de Acash había
desaparecido por completo, entonces la preocupación llegó para nosotros, pues
mi papá, mamá y mi hermano menor Artemio, habían viajado a Huaraz por motivos
de salud de mi señora madre, entonces comenzaron a llegar a la casa de mis
padres muchos familiares de parte de padre y madre, todos decían lo siguiente: “allau Celidonio
Pineda, warminwuan y ichiccholunwanshi huarascho ushukayashga” (pobre Celedonio
Pineda, con su esposa y su menor hijo en Huaraz han desaparecido), llegaron mis
tíos: Mauricio, Desiderio, Amador, mi tía Cerila, mis primos Arturo, Gonzalo,
Portalatino y mis familiares de madre, todos ellos lloraban, presumiendo
que mis padres habían muerto.
El 3 de junio, siendo las
09:00 horas, los tres hermanos y mi hermana Lupe, nos desplazamos a pie con
destino al caserío de Machac, donde mi primo Gonzalo Melgarejo, en su condición
de capataz del hacendado Pedro Rodríguez, se encontraba en plena cosecha de
cebada, encontramos cantidad de cebada listo para el trillado que por la
hecatombe se había suspendido los trabajos, ahí reunido la familia Pineda,
todos lloraban.
En la noche del día jueves 4 de junio, mis familiares de parte de padre, decidieron a repartir como adoptados a mis
hermanos y hermana, dijeron lo siguiente: “augutagha padrinun Marinu Veratachi entregueshun” (a Augusto, lo adoptará su padrino Marino Vera), mi tío Mauricio dijo: “miguiltagha
nogakunachi apakuyashagh, (a Miguel, nosotros lo adoptaremos), mi tía Cerila
dijo “ Aydatagha noghachi apakushagh" (a Lupe, nosotros lo adoptaremos), para mi
hermano Juan dijeron “juantagha ahuilun Eliseu Ramíristachi enreguekushun” (a Juan, lo adoptará su abuelo Elíseo Ramírez); así, todo mis hermanos estaban destinados para
ser adoptados como huérfanos.
Esa noche del cinco (5) de junio, noche de mucha preocupación para nosotros, esa noche mis tíos y mis primos bebieron cantidad
de chicha de jora con punto (chicha mesclado con alcohol), se embriagaron todos
los varones, donde también chaccharon harta coca y fumaron cigarrillo de marca
Inca, ahí entre la borrachera mi primo Arturo Pineda, dijo: “noghami ware
madrugada auguwan yarghuya Huaraspa, caraju túnel de cahuishllaman
charcuyamanga, shepitaga pasepa bajadallami, keveschá alliran caraju,
juknekunami chakipa, juknekunacher montadu, trokanacuyashagmi veschamontegha,
caraju amaku tío Celidoniogakha illakakongha; kecuca y cigarillu allimicaraju, kecuca
y cigarillu allimicaraju, mechocarpis cahuayanmi, mechocarpis cahuayanmi, tariyamushagmi", (yo,
mañana temprano junto con Augusto saldré con destino a Huaraz, carajo quisiéramos
llegar hasta el túnel de Cahuish, desde este lugar todo es bajada; carajo, este
caballo que tengo es muy bueno, uno irá a pie y el otro montado, de todas
maneras nos turnaremos para montar el caballo cada cierto tramo; carajo, mi tío
Celedonio no desaparecerá, la coca y el cigarrillo nos anuncia buenas novedades,
donde sea están vivos, donde sea están vivos, lo encontraremos), al final mi primo Arturo Pineda no se levantó de su borrachera.
El día seis (6) de junio, siendo las 05:00 horas, mi primo Gonzalo Melgarejo Pineda, salió con destino a Huaraz, a pie, vía las
curvas de Jircahuayi, Tambillos y alturas del Túnel de Cahuish, lo acompaño mi hermano
Augusto de 15 años de edad y se fue a pie, ambos viajeros ya habían
sobrepasado la laguna de Querococha, en este lugar se encontraron con mis
padres y la familia de don Edgardo García y otros chavinos mas, que retornaban
también a pie, en una penosa marcha con todos sus bultos y provisiones sobre la
espalda, este encuentro fue una inmensa alegría para ambas partes, esa noche
pernoctaron bajo las chozas de los ganaderos que viven en las inmediaciones
de la mencionada laguna, ahí mandan preparar comida y como es normal
descansaron, al día siguiente en las primeras horas del día nuevamente
emprendieron la marcha a pie.
El día siete (7) de junio, siendo las 13:00 horas, apareció
mi papá, mi mamá y mi hermano menor Artemio, juntamente con el señor Edgardo
García, desde la ciudad de Huaraz se habían desplazado a pie, en algunas partes se turnaron para cabalgar un par de caballos que también lo utilizaron para el transporte de sus cargas, don Edgardo había viajado desde Chavín para rescatar a su hija que era una estudiante de secundaria, la joven por gracia divina había sido rescatada solo con pequeños rasguños después de permanecer toda la noche debajo de inmensos bloques de adobe. Mis padres, mi hermano junto con la familia García y otros chavinos emprendieron el retorno, caminaron todo el día, durmiendo donde les alcanzaba la noche, así después de una travesía por las zonas de Recuay, distrito de Catac, La Laguna Querococha, Túnel de Cahuis y paraje de Tambillos, cansados y de hambre, un día menos pensado de sorpresa llegaron al caserío de
Machac. Don Edgardo García y otros chavinos de frente se fueron con destino al
distrito de Chavín de Huántar, lugar donde residían, mientras mis padres se quedaron brevemente en el caserío de
Machac.
Aquella tarde del siete de junio, viendo retornar a mis padres sin ningún rasguño, todos nos alegramos y como es normal inmediatamente hubo preguntas
de todo tipo que formularon mis familiares, todos querían saber cómo se habían salvado de la muerte, ante las preguntas mi papá comenzó a narrarles todo
lo sucedido, en esos días de desgracia, principalmente en la ciudad de Huaraz y Yungay, nos
dijo lo siguiente: "domingu 31 de mayu, ghollayami Marcarapa eucuyargha, shechomi
pashaquikuyargha doctorpahuayincho, shecho takicayaptemi tardina pasha cuyur
ghallaquekamorgha, shenopami Diosninsik salvecayamasgha, sinogha mechorag
huanuyamancargha. Domigu pagash cucata chaccharirir punukaskinag ka sueñinecho
juk taninruna fuertipa nikaman mepatacg ewargheki, raskutimi kecho wanrekikunami
wagan, she tanin santumi casgha, she santu allapa milagrosumi shemi
savayamasgha", traducido en idioma español: (Domingo 31 de mayo en la mañana salimos con destino al distrito
de Marcará, en ese lugar el doctor nos dio un hospedaje, cuando nos
encontrábamos sentados, en la tarde comenzó el terremoto, gracias a Dios por
eso nos hemos salvado, sino donde hubiéramos muerto, domingo en la noche
después de chacchar mi coca me quedé dormido y en mi sueño un hombre del
caserío de Tanin en voz fuerte me dijo a donde te has ido, regresa pronto, que
aquí tus hijos lloran, ha sido el santo patrón del caserío de Tanin, ese santo
es muy milagroso, él nos ha salvado).
Sucedido el hecho mis padres
inmediatamente habían retornado a pie hasta la ciudad de Huaraz, donde los
socorristas le habían regalado 12 kilos de sémola, con ese producto se
alimentaron todos durante varios días y hasta su llegada a Quercos, así
retornaron al seno familiar y por gracia de Dios todopoderoso, todos sin novedad,
quienes hasta el día de hoy aun nos acompaña a pesar de la edad avanzada que
tienen.